Toda su vida había fantaseado con sentimientos intensos y vidas compartidas. Había leído incontables historias de acoplamientos majestuosos, sencillos, trágicos, esperados, increíbles, indescripitbles. Había soñado con un olor que le llenara el cuerpo y la hiciera sentirse un poco adormilada y con la cara caliente. Actuaba siempre en función de alguien más, a veces era alguien real, a veces era etéreo, pero siempre pensaba en otro... Cuando se dio cuenta de ésto, quiso deshacerse de estos sentimientos, de esa necesidad de ser en el otro, de ser para el otro... no pudo, lo intento varias veces, y no pudo. Hay cosas de las que uno no se puede deshacer, vienen pegadas, integradas como los huesos.
& 1:57 PM
Ambar
Mis ojos cansados de mirar hacia adentro buscan una salida en códigos indestructibles pero a la vez tan etéreos.
Tengo miedo
la tarde es gris
y la tristeza del cielo se abre
como una boca de muerto